Caminar con propósito: hacia un Camino de Santiago más consciente y sostenible 1w432f

En una era en la que el turismo busca redefinirse, el Camino de Santiago emerge como un modelo vivo de cómo se puede viajar con conciencia, respeto y reciprocidad.

Esta ruta ancestral conecta no solo geografías, sino también historias, generaciones y comunidades que cuidan y sostienen su legado día a día. Quienes lo recorren no solo atraviesan paisajes, sino también sus propias etapas vitales. Y quienes lo habitan, hacen posible esa experiencia transformadora desde la cercanía, la tradición y el compromiso con su entorno

Un Camino tejido por muchas manos

El valor del Camino reside en su gente. Desde nuestros inicios, en Santiago Ways trabajamos con la convicción de que un turismo más justo empieza por dar voz y visibilidad a quienes forman parte del día a día del Camino. Es por eso que colaboramos con alojamientos familiares, restaurantes de gestión local, artesanos y pequeños proveedores de servicios que no solo aportan autenticidad, sino también estabilidad económica a sus comunidades.

Lo que encontramos en estas personas es una forma de hospitalidad humana y sostenible. Son ellos quienes mejor conocen la tierra que pisan, quienes transmiten las costumbres del lugar, y quienes entienden que acoger a un peregrino es, también, un acto de cuidado mutuo.

Turismo regenerativo: más allá de la sostenibilidad

El crecimiento del interés por un turismo que deja huella positiva es ya una realidad. Según el informe NowNext '24 de Omio, el 58% de los viajeros en 2025 priorizará destinos que promuevan prácticas sostenibles, y un 44% buscará activamente apoyar a empresas locales y comunidades anfitrionas.

El turismo regenerativo va un paso más allá de la sostenibilidad: no se trata solo de reducir el impacto, sino de contribuir activamente a la restauración ecológica, social y cultural de los destinos. Desde Santiago Ways promovemos prácticas que integran al viajero en dinámicas de respeto mutuo a través de diferentes acciones como es el consumo de productos locales. Facilitamos la información a los peregrinos para que conozcan productos como la faba de Lourenzá, una legumbre gallega con indicación geográfica protegida cultivada de forma tradicional en la comarca de A Mariña y que forma parte de muchos platos típicos servidos en casas rurales del Camino del Norte; el o con las raíces y la historia permiten la comprensión de las tradiciones vivas del Camino.

Caminar con conciencia

Caminar también puede ser una forma de atención plena. Por eso, desde nuestros materiales de viaje hasta nuestras recomendaciones culturales, buscamos que cada peregrino comprenda que forma parte de algo colectivo, más allá de su experiencia individual.

El Camino de Santiago demuestra que viajar también puede ser una forma de cuidar. Como parte del sector turístico, tenemos la responsabilidad de estar a la altura de ese compromiso.

Porque solo si lo caminamos juntos (viajeros, vecinos, operadores y comunidades) podremos asegurarnos de que el Camino siga siendo lo que ha sido durante siglos: un lugar de encuentro, transformación y memoria compartida. “No se trata de reducir el impacto: se trata de generar un impacto que valga la pena. De dejar el Camino mejor de lo que lo encontramos, para quien viene detrás. Y de hacerlo juntos, con honestidad y respeto”

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