Reportaje
Historia de la llave de hotel z2yr
Cómo una humilde pieza de metal ayudó a forjar la industria global de la hospitalidad y las lecciones que podemos extraer para el futuro del turismo post-COVID 6m3757
Publicada 17/01/21

Una de las ventajas de trabajar en HOSTELTUR es que a lo largo de los años puedes conocer a personas muy especiales de la industria turística, siempre dispuestas a echarte una mano cuando les llamas por teléfono y les pides ayuda para escribir un reportaje, aunque ese artículo suene a idea loca o de poca sustancia. “Debido a la maldita pandemia del coronavirus, está todo tan parado que busco nuevos temas sobre los que escribir…” -traté de justificarme según les iba llamando y me atendían por teléfono- “… Y se me ha ocurrido un tema light: un artículo sobre la historia de la llave de hotel”, añadí, casi a modo de disculpas. Pero ocurre que cuando llamas a personas muy especiales, el tema periodístico que uno se había imaginado acaba siendo otra cosa completamente diferente. Lo que viene a continuación no es estrictamente la historia de la llave de hotel, sino el relato de cómo algo tan humilde como una pieza de metal ayudó a forjar la industria global de la hospitalidad y las lecciones que podemos extraer para el futuro del turismo post-COVID.

La llave y el llavero 564g1q
Nuestra historia comienza con esas llaves antiguas, pesadas, elegantes en algunos casos, toscas en otros, propias de los primeros hoteles que comenzaron a recibir huéspedes hace más de un siglo.
Su cometido fundamental era, claro está, abrir la puerta de la habitación, función que cumplieron hasta prácticamente la década de 1980.
“La gracia no era tanto la llave en sí sino el llavero, porque era la identidad del establecimiento. Era su imagen”
Pero había algo más en ellas… “La gracia no era tanto la llave en sí sino el llavero, porque era la identidad del establecimiento. Era su imagen”, explica Roberto Torregrosa, director general de la cadena Guitart Hotels, con sede en Lloret de Mar.
Para algunos huéspedes, aquellas llaves resultaban demasiado atractivas e interesantes como para devolverlas al finalizar su estancia.
“En ocasiones había clientes fetichistas que ‘coleccionaban’ aquellos llaveros antiguos de hotel”, indica Torregrosa, recordando los primeros años que pasó trabajando en las recepciones de varios hoteles.
“Cuando llamabas a esos clientes para reclamarles la llave, porque tenía un valor, te decían que la habían extraviado, o que por equivocación la habían puesto dentro de la maleta y sin querer se la habían llevado a su casa”.
Y si desde la recepción del hotel insistían para que el cliente devolviera la llave, “alguno te contestaba que lo haría si el hotel se hacía cargo de los costes de envío”.

Llaves encontradas en objetos perdidos 1r3c70
Ramón Lefort Carmena, presidente de Les Clefs d'Or Spain (Asociación Nacional de Conserjes de Hotel Las Llaves de Oro Españolas) nos explica una anécdota deliciosa de cuando él comenzó a trabajar como botones en el Hotel Villa Magna de Madrid.
“Cuando algún huésped se olvidaba de devolver la llave, a veces la depositaba dentro de un buzón de correos y luego los carteros llevaban esa llave a la central de Correos, en la plaza Cibeles. Los botones de los hoteles íbamos allí, al departamento de objetos perdidos, y preguntábamos ‘¿Han encontrado alguna llave del hotel tal"
Guillermo Díaz Montañés concluye: “También está claro que el coronavirus ha impactado mucho en la psicología de las personas y habrá que ver cómo serán esas relaciones cuando la pandemia haya acabado. ¿La gente buscará de nuevo más el o humano o en cambio se habrá acostumbrado a las relaciones impersonales y distantes?. Si es lo segundo, tendremos un problema”.
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